– Se ubican en grandes edificios de oficinas funcionales o
en la periferia.
– Son despachos pequeños y frecuentemente compartidos.
– No se tiene secretario/a e incluso se cuenta con un
secretario/a virtual que permite al abogado estar en el foro mientras le
atienden a distancia su teléfono.
– Realiza directamente sus propios escritos procesales
en el ordenador, los corrige y personalmente los imprime e incluso los grapa y
coloca en carpetas.
– El turno de oficio está ahí, y siempre está abierto a
ellos pues les aporta experiencia o fondos.
– Lleva un smartphone de última generación, debidamente
sincronizado con la tablet y con su cuenta de correo así como sus bases de
datos (Google drive o Dropbox, normalmente).
– No vive sin su agenda electrónica, incorporada al
smartphone, sin la cual está perdido.
– Su publicidad se efectúa por las amistades y su mayor
embajador son sus resultados.
– Cuenta con una página web del despacho o de su
condición de abogado, vistosa y atractiva, que expone sus habilidades y foto,
junto con teléfonos de contacto.
– Su trabajo es altamente personalizado.
– Su trabajo se centra en consultar bases de datos y
bibliográficas con buscadores tecnológicos.
– Acude a cursos y jornadas de formación.
– En su trabajo arriesga hipótesis y estrategias, y no
vacila en plantear incidentes ni recursos si hay un mínimo asidero.
– Sus minutas son flexibles, ajustadas caso a caso, y la
provisión de fondos queda diferida al desenlace del litigio.
– Trata con el cliente en el despacho, en una cafetería
o donde acuerden, con flexibilidad. El tuteo brota naturalmente desde un primer
momento.
– Viste de sport, incluso con cierto desaliño, aunque
en el foro luce elegante.
– Su vida social gira en torno a los compañeros y disfruta
con una cerveza o vino al término de la jornada, para cambiar impresiones.
– Suelen ser bufetes interdisciplinares. Son capaces de
torear cualquier miura jurídico.
– El logotipo del bufete suele ser una iconografía de
la justicia ( balanza, diosa de la justicia, trazos geométricos, etc).
– Considera la profesión como un mercenario para la
noble causa de la justicia, y a veces se siente como Rambo.
Sencillamente corren tiempos de transición y coexistencia,
en los que la corriente tecnológica, la sociedad mas abierta y la crisis
económica han impuesto nuevas reglas: celeridad, flexibilidad y competitividad.
Fuente: http://confilegal.com/20160325-abogdos-dime-donde-tienes-despacho-te-dire-tipo/
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